El paso es difícil y no quieres caerte. Avanzas y al hacerlo… «¡mierda!» el fisurero que metiste debajo se ha salido. Si no quieres sufrir un infarto cuando escalas usando fisureros, presta atención a estos 6 sencillos pasos:
- Comprueba que la ubicación elegida es segura.
- Con la mano libre coge el manojo de fisureros y elige el tamaño adecuado.
- Sin sacarlo del mosquetón introduce la cabeza del fisurero en la grieta (forma de V) hasta conseguir que quede correctamente empotrada y en la dirección de la posible caída.
- Con cuidado da un suave tirón asentando el fisurero.
- Pon una cinta express al fisurero (si se puede mejor de alargue y extendida) y mosquetonea la cuerda.
- Por último colócate el manojo de fisureros nuevamente al arnés.