No es musgo todo lo que reluce… hay que ponerse las gafas de trabajo y mirar con ojos de aventura para encontrar los secretos que esconden las paredes. Esta vía halla un recorrido en su gran mayoría lógico y sin interferir con ninguna otra.
Cabe decir que es una vía recia donde el grado no se regala, ni siquiera los A0. Aunque la dificultad obligada no superará el 6a, encontramos algún tramo expuesto o de echarle morro, a veces aderezado con algo de arenilla y musgo que el tiempo barrerá si premia con repeticiones.
El primer largo es espectacular y exigente, si se os escapa de grado, es muy buena opción entrar por la izquierda, por el Diedro de Maya (6b), quedando una línea más homogénea.
| Historia | Abierta por J.L y R.S |
| Orientación | Sureste |
| Longitud | 4 largos, 100m aprox. |
| Dificultad | 6b+/A0 |
| Equipamiento | Semiequipada |
| Material | Juego de friends hasta el 4, estribo y panic recomendables |
| Horario | Aproximación 30′, Escalada 3h, Regreso 40′ |
| Aproximación | Aparcamos en el Hostal Cancho del Águila, tras él y junto a unas placas solares sale un pequeño sendero que sube por el bosque, pasado el mismo llegamos a una zona llana y amplia donde seguimos a mano izquierda hasta situarnos frente al Pico de la Miel, donde comenzamos la subida por un sendero empinado. |
| Descenso | Por la derecha del Pico de la Miel (según se mira), destrepando con cuidado por el Callejón Soyermo. |
Descripción de la vía
Primer largo (6c/A0)
Difícil y mantenido largo, obligado en algunos tramos.
Conviene montar R0 para el asegurador.
Inicia montándose a la derecha de una gran placa, buscando su debilidad. Pasos difíciles y técnicos en sus primeros tres seguros (se ha conseguido forzar en libre en casi su totalidad, pero pueden pasarse en estirado A0). Tras ello y con mejores regletas alcanzamos una fina fisura de dedos para alcanzar la higuera, desde ella escondido y a desmano (para no interferir con el Diedro del Maya) un párabolt estratégico protege el siguiente e impresionante paso que supera un techo para montarse en el gran espolón (pendiente de liberar, podemos acerar para montarnos al espolón).
Una vez en el espolón, encontramos solo dos chapas entre las que debemos escalar con decisión, un tramo muy bonito que puede recordarnos al Espolón Manolín por las generosas setas que encontramos a su final.
Segundo largo (6a+)
Salimos a derechas a por un diedro encajonado y oculto. Lo superamos en un tramo bonito hasta llegar al techo que flanqueamos por la derecha.
Pasado el techo un parabolt nos da respiro y nos permite alcanzar el siguiente seguro mediante una placa escalonada. Con unos pasos de equilibrio alcanzamos la ciega y corta fisura que superamos gracias a varios ¡bidedos! más propios de Patones.
Salimos a terreno más sencillo con una corta fisura de manos antes de trazar una travesia a izquierdas hasta nuestra reunión.
Tercer largo (IV-)
Placa musgosa y tumbada, en la que debemos movernos con cuidado y fiarnos lo justo del árbol que muere sobre ella.
Cuarto largo (6a+)
Bonita placa final de regletas y algunos pasos de adherencia donde aún tendremos que apretar para salir airosos (reu a montar)
A su izquierda encontramos una variante igual de buena pero quizás un pelín más dura y expuesta.
Croquis
